México, DF. De forma silenciosa se toman pasos hacia la integración de México con Estados Unidos y Canadá, pero algunos de ellos afectan la soberanía de los tres países.
La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), un tema que ha logrado poner de acuerdo a la izquierda mexicana, a la ultraderecha en Estados Unidos y a los conservadores canadienses.
Todos aseguran que viola la soberanía de cada uno de sus países. El Secretario de la Hacienda Pública Mario Di Costanzo explicó: "Finalmente a nadie le gusta ceder soberanía, y yo creo que debe haber un factor común y una idea común de que cada quien tiene que respetar nuestra individualidad como países y buscar mecanismos que faciliten, faculten, incrementen el comercio, quizás la movilidad de los factores de producción, de la mano de obra, pero eso es muy diferente a estar cediendo decisiones soberanas".
Iniciativas como una frontera continental, integración energética, la creación de una moneda única, el Amero, o la integración de instituciones supranacionales como un Congreso trinacional o un banco de desarrollo para América del Norte, son para algunos los primeros focos rojos de lo que se avecina.
Alejandro Villamar, representante de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, expresó: "Constitucionalmente, y no sólo en México, la soberanía radica y dimana del pueblo. Y mientras la alianza de seguridad y prosperidad no sea discutida a través de las instituciones formales y no sea consultado el pueblo de México, simplemente está atentando contra la soberanía de México".
Para especialistas como Mario Di Costanzo sorprende que los legisladores de los tres países, y en concreto, de México no hayan tomado cartas en este asunto.
"No es ajeno a esto los acuerdos en materia de cooperación energética que se han firmado y de los cuales se ha comentado algo en los meses pasados, pero el caso es que el Congreso no ha tenido la información hacia adonde apuntan este tipo de acuerdos, en que se basan y pues, obviamente, la experiencia nos dice que México siempre ha salido perjudicado de este tipo de acuerdos porque hemos venido entregando soberanía", señaló.
Mientras, los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores y de América del Norte del Senado para saber qué medidas se están tomando para supervisar los acuerdos dentro de esta alianza.
La senadora del PRI Rosario Green refirió que "creo que hay mucho de esto que se dice y no todo necesariamente tiene el mismo peso ni pasa del nivel, del humor o de lo que les gustaría".
Y Ricardo García Cervantes, senador del PAN, consideró que "no hay ninguna preocupación del ejercicio de las facultades que a cada poder le corresponden; a nosotros nos corresponde hacer un acompañamiento, un seguimiento de la política exterior, y al Ejecutivo conducirla".
Al respecto, Mario Di Costanzo puntualizó que "las decisiones se están tomando y los congresos prácticamente, o al menos en el caso del Congreso mexicano, pues esto le está pasando absolutamente de noche".
Por su parte, Alejandro Villamar añadió que "nosotros hemos planteado como alternativa: si los ciudadanos discutimos con información, democráticamente, cuáles son las bases de un proceso de integración de los pueblos, adelante; mientras no sea eso, son procesos impuestos".
Esta semana secretarios de Estado y funcionarios de distintos niveles de los tres países se reúnen en Ottawa, Canadá, en una reunión de alto nivel para dar seguimiento a la agenda de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte.
Dos años de una alianza que continúa siendo no del todo transparente.
La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), un tema que ha logrado poner de acuerdo a la izquierda mexicana, a la ultraderecha en Estados Unidos y a los conservadores canadienses.
Todos aseguran que viola la soberanía de cada uno de sus países. El Secretario de la Hacienda Pública Mario Di Costanzo explicó: "Finalmente a nadie le gusta ceder soberanía, y yo creo que debe haber un factor común y una idea común de que cada quien tiene que respetar nuestra individualidad como países y buscar mecanismos que faciliten, faculten, incrementen el comercio, quizás la movilidad de los factores de producción, de la mano de obra, pero eso es muy diferente a estar cediendo decisiones soberanas".
Iniciativas como una frontera continental, integración energética, la creación de una moneda única, el Amero, o la integración de instituciones supranacionales como un Congreso trinacional o un banco de desarrollo para América del Norte, son para algunos los primeros focos rojos de lo que se avecina.
Alejandro Villamar, representante de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio, expresó: "Constitucionalmente, y no sólo en México, la soberanía radica y dimana del pueblo. Y mientras la alianza de seguridad y prosperidad no sea discutida a través de las instituciones formales y no sea consultado el pueblo de México, simplemente está atentando contra la soberanía de México".
Para especialistas como Mario Di Costanzo sorprende que los legisladores de los tres países, y en concreto, de México no hayan tomado cartas en este asunto.
"No es ajeno a esto los acuerdos en materia de cooperación energética que se han firmado y de los cuales se ha comentado algo en los meses pasados, pero el caso es que el Congreso no ha tenido la información hacia adonde apuntan este tipo de acuerdos, en que se basan y pues, obviamente, la experiencia nos dice que México siempre ha salido perjudicado de este tipo de acuerdos porque hemos venido entregando soberanía", señaló.
Mientras, los presidentes de las comisiones de Relaciones Exteriores y de América del Norte del Senado para saber qué medidas se están tomando para supervisar los acuerdos dentro de esta alianza.
La senadora del PRI Rosario Green refirió que "creo que hay mucho de esto que se dice y no todo necesariamente tiene el mismo peso ni pasa del nivel, del humor o de lo que les gustaría".
Y Ricardo García Cervantes, senador del PAN, consideró que "no hay ninguna preocupación del ejercicio de las facultades que a cada poder le corresponden; a nosotros nos corresponde hacer un acompañamiento, un seguimiento de la política exterior, y al Ejecutivo conducirla".
Al respecto, Mario Di Costanzo puntualizó que "las decisiones se están tomando y los congresos prácticamente, o al menos en el caso del Congreso mexicano, pues esto le está pasando absolutamente de noche".
Por su parte, Alejandro Villamar añadió que "nosotros hemos planteado como alternativa: si los ciudadanos discutimos con información, democráticamente, cuáles son las bases de un proceso de integración de los pueblos, adelante; mientras no sea eso, son procesos impuestos".
Esta semana secretarios de Estado y funcionarios de distintos niveles de los tres países se reúnen en Ottawa, Canadá, en una reunión de alto nivel para dar seguimiento a la agenda de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte.
Dos años de una alianza que continúa siendo no del todo transparente.