■ Debe ser contrapeso del Ejecutivo y evitar el uso de soldados en tareas de seguridad, advierte
El Congreso, cómplice de las ejecuciones desatadas por el narco: general Gallardo
■ Pugna por el acuartelamiento de tropas; “la tarea de los militares es resguardar la soberanía”
Silvia Chávez González (Corresponsal)
Ampliar la imagen El general José Francisco Gallardo Rodríguez, en imagen de 2007 Foto: José Carlo González
Tultitlán, Méx., 23 de julio. El general José Francisco Gallardo Rodríguez solicitó que el Ejército Mexicano regrese a sus cuarteles y no haga funciones que no le competen, ya que –dijo– realiza trabajos de inteligencia y seguridad pública en varios estados del país.
Asimismo, el general Gallardo, quien estuvo varios años en la prisión del Campo Militar Número 1, acusado de delitos del fuero castrense, pero que para Amnistía Internacional era un “preso de conciencia”, expuso que “la participación activa de los soldados en asuntos de vigilancia pública se debe a la incompetencia de las autoridades civiles, ya que no ofrecen el servicio adecuado a sus gobernados”.
Luego de participar en la marcha en apoyo a Daniel Téllez, quien hace dos años fue atropellado por un camión militar, indicó que “la seguridad pública es una función de carácter administrativo y es responsabilidad de la policía, la cual debe auspiciar la convivencia social, el respeto a los derechos humanos y el buen gobierno”.
Por su parte –continuó–, el Ejército tiene la obligación de mantener la soberanía del país y el orden institucional del Estado mexicano, “entonces, se ve una situación grave, ya que existe una violación a los artículos 13, 29 y 129 de la Constitución, en los cuales se previene a la autoridad militar de no realizar otras funciones”, afirmó Gallardo Rodríguez, quien asegura que su propuesta de crear un ombudsman militar fue la causa de su encarcelamiento.
Aseguró que en la actualidad, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizan funciones de seguridad pública, inteligencia, control de migración y aduanas, “actividades que no son competencia de los militares, con lo que se trastoca el orden jurídico y constitucional del Estado mexicano”.
La consecuencia de esta violación a la Carta Magna se refleja en las más de 4 mil ejecuciones reportadas durante la presente administración y las 10 mil que hubo en el sexenio de Vicente Fox, “y eso es intolerable, toda vez que ese número de muertos no se da ni en una situación de guerra”, apuntó el general.
Sin embargo –dijo–, el Congreso de la Unión es el único poder del Estado que es contrapeso del Ejecutivo en materia militar, aunque “los diputados y senadores están callados, lo que los hace cómplices de las ejecuciones extrajudiciales y del rompimiento del orden constitucional”, advirtió.
Después de casi 200 años de ser un país independiente, los mexicanos “carecemos de corporaciones policiacas nacional, municipal y local, que sean capaces de tutelar los derechos humanos, la seguridad y la propiedad de los ciudadanos”.
Ante tal panorama, el general pidió impulsar la construcción de una policía nacional. El Ejército Mexicano debe regresar a los cuarteles para cumplir con el orden institucional del Estado y salvaguardar la soberanía nacional, finalizó.