La guerra de las copias
Durante una guerra, como la de los pasteles, rememore las historia tan conocida en la época de educación básica, pasteles volando era en la imaginación de un servidor. En estos momentos las hojas volaban al compás del aire venido del norte o de algún escritorio de los pinos al lado de una foto de una profesora que seguro esta festejando en algún desayuno un día de festejo a la frivolidad y la vergüenza de tener en sus manos la muerte y la vida, de algunos profesores.
No es para menos que la lluvia de hojas llegaran a cubrir el palacio de justicia, las grapas enredándose en las hojas o en los dedos de los nerviosos, y sellos que volaban y no literalmente porque jóvenes habilidosos prodigaban sellos y firmas en el mar de hojas.
Escalones repletos de fólderes, firmas apoyadas en un tercero (porque los interesados olvidaron plasmar su poderosa) era la imagen que daban compañeros de Guadalajara, Guerrero y Puebla, entre un mar de expedientes donde algunos placidamente dormían.
La fila para la entrega no disminuía aun cuando la entrada de los amparos estaba siendo expedita. La foto le encontrabas lo histórico por donde mirabas. Trabajadores del juzgado recibiendo en patio del palacio, amparados en las oraciones de Yuñez.
Esta guerra de copias dejo varios heridos (dedos sobre todo) pero confirmo algo que los potentados, empresarios y el pelele no quieren reconocer: el desprecio masivo a esta “ley del ISSSTE” y una lluvia de amparos que no puede ser más que sostenido por las habilidades jurídicas terminadas en un juzgado inconstitucional para tener “facilidades administrativas”.
Las movilizaciones preparadas para el juego de todos esta envuelta por una incertidumbre que da la lucha de lo ignorado (podríamos afirmar que AMPARO se convirtió en una palabra de muchos), la búsqueda de un abogado pariente o amigo conocedor del derecho (como Yuñez) dejo en claro la necesidad de información jurídica y en el paso de la batalla los trabajadores asestan un golpe que genera un tambaleo de los defensores de esta ley impuesta por Gordillo.
Estamos atentos al despertad del movimiento y el respaldo al discurso del Presidente Andrés Manuel, que el apoyo si se vea y que en las movilizaciones planeadas con lujo de detalle (eso es un deseo) demuestren y respalden ese desprecio masivo a la imposición y de un alto total a los deseos reprimidos del espurio: la legitimidad.
La batalla da su segundo movimiento en espera del tercero: la resolución de los jueces y magistrados. La esperanza en que la ley se revierta es poca, debido al gran respaldo “popular” de los potentados. Esa es la esperanza: un movimiento que despierte y señale que esta cansado de imposiciones y lideres charros.
De la resistencia esperamos que se organice (aun cuando sea alrededor del hemiciclo), presentes en las manifestaciones como lo ha demostrado desde el desafuero: el repudio al abuso del poder. La guerra continua y seguirá en las calles para terminar en los resolutivos, que batallas se libren en el marco de tan sangriento evento es imposible averiguarlo. Esperemos.
Dedicada a Diania y Patyto