José Agustín Ortiz Pinchetti
Aprender a ser una no persona
El régimen de Felipe Calderón necesita para operar que la sociedad piense que aquí no ha pasado ni pasará nada. Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y sus seguidores se van convirtiendo en "no personas". Salen del escenario. Ni los nazis ni los soviéticos lograron inventar una realidad superior a los hechos. Finalmente éstos se los comieron. El plan maestro de los medios electrónicos y los grandes periódicos orquestado por la Secretaría de Gobernación no va a funcionar. Manipular a la opinión pública es ejercicio de maquiavelismo candoroso.
¿Maquiavelo aconsejaba la maldad política para el ejercicio del poder? ¿O constataba con criterio científico, cómo era, cómo se practicaba?
Es muy difícil que Calderón pueda convencer a la gente de que es el "presidente del empleo", o de que su régimen va a traer la abundancia. El alza reciente de productos básicos, particularmente la tortilla, es muestra de que el gobierno es incapaz de frenar la especulación y el poder de los grandes monopolios agroindustriales.
Desvanecer a los enemigos políticos tampoco es fácil. Puede eliminarse cualquier mención a las giras de López Obrador, que inicia el registro de sus seguidores. Ocultar que en Yucatán 24 municipios donde la izquierda casi no tiene presencia, las metas de acreditación del gobierno legítimo superaron todas las expectativas. No se reporta el entusiasmo de la gente. El propósito es inscribir a grupos de adherentes en mil municipios en 2007. Al final de este año podría llevarse a millones de afiliados. Si lo logra, Andrés Manuel López Obrador estará encabezando la fuerza política más grande en la historia del país.
El movimiento está vivo: en 80 días hemos recibido más de 300 solicitudes de trabajo voluntario de distintos grupos. La semana pasada recibí como respuesta a mi artículo sobre el nuevo frente político, 52 emails, más que todos los que recibí el año pasado. La afluencia de simpatizantes y de posibles activistas rebasa todos nuestros cálculos.
Los intentos del gobierno ilegal de censurar los mensajes de Andrés Manuel López Obrador van a ser contraproducentes. Hasta hoy sólo AMLO y el Frente Amplio Progresista están aprovechando cabalmente la oportunidad política de la oposición. Lejos de desgastarse, esta alianza irá cobrando dimensión y fuerza en los próximos meses. Mientras tanto, las realidades económicas y sociales continuarán minando a un régimen que no pudo ganar el poder por medios lícitos.