Mario Di Costanzo*
Felipe Calderón firmó un decreto de austeridad que reduce 10 por ciento los sueldos del titular del Poder Ejecutivo y de todos los miembros de primer nivel de su gabinete, incluidos subsecretarios, titulares de unidad y equivalentes. Sin embargo, si revisamos algunas cifras podemos observar que el anuncio de Calderón es más político que económico, por ello resulta insuficiente.
Para corroborar lo anterior sólo basta señalar lo siguiente: de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2006, el número de plazas correspondientes a mandos superiores, por ejemplo en la Presidencia es de 210 plazas (incluyendo la de presidente), así y de acuerdo con el decreto de Calderón se aplicará una reducción del 10 por ciento a las percepciones de los subsecretarios, oficiales mayores y jefes de unidad, y desde luego al primer mandatario.
En el caso de la Presidencia, es equivalente a reducir el 10 por ciento de las percepciones de sólo 22 plazas (15 jefes de unidad, un oficial mayor, cinco subsecretarios y un presidente).
De tal manera que si extendemos el ejercicio a cinco entidades gubernamentales (Presidencia, Gobernación, Hacienda, Energía y Sedesol) y seguimos el mismo razonamiento, el decreto de Calderón se aplicaría a 108 plazas únicamente.
Sin embargo, la propuesta de Andrés Manuel López Obrador es mejor, ya que abarca hasta director de área, además de que se plantea una reducción de aproximadamente entre el 3 y 5 por ciento en el número de plazas de altos funcionarios y de 50 por ciento en las percepciones.
Por ello, y siguiendo el mismo ejemplo, la propuesta de AMLO abarcaría a mil 785 plazas de esas cinco entidades públicas, con una reducción de 50 por ciento en las percepciones. Esta es una de las razones por las cuales nuestro programa de austeridad generaría ahorros por 85 mmp y el de Calderón apenas 25 mmp.
En el ejemplo anterior se observa claramente cómo la propuesta de Calderón aplicaría solamente sobre 108 plazas, es decir desde subsecretario hasta jefe de unidad, contrariamente la de AMLO incluiría a todos los mandos superiores del gobierno, desde el presidente hasta los directores de área. El programa se aplicaría sobre mil 785 plazas, además de que habría una reducción sustancial en salarios.
De hecho en la propuesta de Calderón un director general terminaría ganando más que un jefe de unidad, lo cual es absurdo.