Topic: ¿Qué onda con la CIRT? |
Bueno, pues quiero compartir esta inquietud, además de que comparto lo que acabo de mandar al correo electrónico de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la televisión (CIRT). Creo que todos hemos escuchado sus anuncios "oficiales", pero algo que me ha colmado el vaso de manera personal es su último "pronunciamiento solidario" por un asunto que ni siquiera compete a nuestra nación. Supongo que los han escuchado: se refiere a la supuesta "indignación" por cierta censura que se está aplicando en Venezuela al sector comunicador. La verdad, no sé que tan cierto sea eso, no me he puesto buza para informarme al respecto, pero creo que el trasfondo de este asunto es otro ANTES de informarse al respecto para ver que tan cierto es o no y las razones (y no digo que no hay que saber). Aquí dejo lo que redacté y envié hace unos minutos: Sé que este tipo de correos electrónicos suelen tardar mucho en ser atendidos, la mayoría de las veces ni siquiera nos son respondidos. Imagino que así es como funciona el sistema de "atención hacia la sociedad" para la cual (y de la cual) viven, pero ello no evita que me haga y les formule un cuestionamiento, ya que es una duda que me atañe desde que comencé a escuchar ciertos anuncios radiofónicos en diversas estaciones. Dicho anuncio se refiere a la postura que como institución comunicadora han asumido con los comunicadores en Venezuela a manera de solidaridad, mismos que al parecer, de alguna manera han sido censurados para poder realizar su trabajo. Es cierto: toda censura siempre será cuestionada y repudiada, pero... ¿no deberíamos empezar desde nuestra casa que es México? Me resulta sumamente asombroso que se pronuncien a viva voz indignados por asuntos ajenos a nuestra nación cuando, por ejemplo, aquí en México son comunicadores (sus camaradas de trabajo) quienes están siendo amenazados y agredidos incluso con su propia vida. ¿En dónde queda su postura y pronunciación a viva voz al respecto?, ¿en dónde queda su indiganción en este tema? Y no hablemos de la clarísima y muy evidente inclinación que tienen, como dueños de diversas formas de comunicar, a pronunciarse hacia ciertas posturas (pasadas elecciones federales y el reciente encono en relación a la legislación del aborto). Como comunicadores, ¿no tienen como obligación ser imparciales?, ¿en dónde queda esa postura de "respeto a la libertad de expresión"? Creo yo, si la más mínima educación no me falla, además del sentido común, que la libertad de expresión implica imparcialidad, no parcialidad. ¿O esta pronunciación en repudio a una situación en un país sudamericano es una probadita de lo que el estado es capaz de hacer (ataque decidido contra lo que cierto sector llama "populismo" como si fuera una maldición)? Señores, yo les pregunto: ¿qué sigue después? Y no, no espero para nada una respuesta de su parte. Así no funcionan las cosas en este país que vive "la incipiente democracia". Tan sólo es una manera de hacerles ver y saber que la sociedad ya no es tan maleable como antes. Muchos nos damos cuenta de los jkuegos que hay detrás de sus pronunciamientos. La sociedad comienza a despertar, ahora faltan ustedes: saber en qué momento les caerá "el veinte" de que nos damos cuenta y el atole con el dedo tradicional ya no funciona como antes. Vale decir que este correo lo haré público en diversos medios virtuales para pasar la voz, para que más sigan despertando y para mostrar la verdad de lo que hay detrás de sus pronunciamientos, aparentemente llenos de solidaridad y civilidad. Como humilde recomendación ciudadana: pongan los pies en este suelo que es México, palpen su realidad y asuman su papel como verdaderos comunicadores de nosotros: sociedad. Después pueden darse el lujo de preocuparse por lo que acontece en otros terruños. Saludos cordiales. Lic. XXXXXXXXXXXXXX Pues esop. ¿Qué opinan? P.D.- No es sangronada lo de haber quitado mi nombre real. Debo tomar ciertas precauciones ya que los fachos siempre espían y hace unas cuantas semanas un facho chistoso (y ardido, claro está) pretendió jugar conmigo en la empresa donde laboro ("denunciarme", ese fue su futil intento) y no puedo darle el gusto de que sepa mi nombre verdadero. No se lo merece Saludos, camaradas. |