Uno de los aspectos que me gustaría destacar de la entrevista que le hizo Carmen Aristegui a AMLO, es la pregunta que le hace la periodista sobre si piensa participar en las elecciones intermedias del 2009. Andrés Manuel López Obrador puntualizó que su objetivo con este movimiento político es lograr un cambio profundo en la forma de hacer política, cuestionó de entrada el que el gobierno de facto siga empecinado en sostener una política económica que privilegia la ganancia de las grandes empresas monopólicas, a costillas de las pequeña y medianas empresas, que conjuntamente con los trabajadores, son los que a fin de cuentas llevan la gran carga fiscal toda vez que somos los causantes cautivos.
Es obvio que el presidente espurio no va a tocar a quienes por la vía de la guerra sucia, lo impusieron como presidente de facto, pero más aún, no veo como puede legitimarse, cuando todo indica que el proyecto de la derecha pugna por profundizar las contrarreformas en detrimento de las conquistas laborales más elementales.
El sostener “contra viento y marea” la ley del ISSSTE, diseñar una pseudo reforma fiscal que no toca ni por asomo al sector financiero y si castiga a la clase media, plantearse la posibilidad de abrir el sector energético al capital privado y extranjero, o insistir en celebrar contratos de muy dudosa legalidad y si de muy oneroso costo financiero como son lo famosos PIDIREGAS, y hay mas, el revivir el viejo anhelo panista de privatizar la educación mediante la tramposa propuesta de darle becas para las universidades privadas a estudiantes “que lo merezcan”, transfiriendo así los recursos destinados a las universidades públicas a las privadas, o el incrustar la idea de convertir las primarias y secundarias en escuelas confesionales, etc., son políticas de un proyecto que no tiene ningún soporte popular como se supone que debe de ser en una democracia medianamente funcional, de manera que al gobierno pelele no le queda otra alternativa que sostenerse a través de lo llaman, muy pomposamente, “el fortalecimiento de las instituciones”, que consiste en conservar el estado de cosas como si de veras la elección del 2006 hubiese sido impoluta, con un IFE fuera de toda sospecha y como si gozara de la confianza de todos los habitantes de nuestro país.
Pero no solamente el IFE es un elemento que impide la celebración de comicios medianamente confiables, también están la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPAFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) y la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no gozan de ninguna credibilidad por mas que se empeñen los políticos de siempre, los intelectuales cooptados por el régimen, y los jilgueros de los medios de comunicación, por convencernos de que esta feria de merolicos es la democracia moderna, cuando lo que realmente hacen, es conservar el status quo tan redituable para sus bolsillos, basta ver las millonarias sumas de dinero que se gastaron en la elección presidencial pasada, o revisar los niveles salariales de los que gozan lo magistrados y alta burocracia, para entender porque, tanto la radio y televisión comerciales como los políticos fantoches (AMLO dixit), quieren que las cosas se queden como están.
Así que para sostener este estado de cosas el gobierno espurio recurre a dos elementos que distinguieron al régimen de Hitler:
1.- El activismo militar inventándose un enemigo o Némesis alrededor del cual aglutina a la incauta y timorata clase media, (la que queda)… y,
2.- El despliegue de una agresivísima campaña publicitaria al mas puro estilo “Goebbeliano”.
Pero las declaraciones, o confesiones como dice El Fisgón, de conspicuos miembros de la derecha, empezando por ese remedo de presidente que fue Vicente Fox, seguido por el fascista Presidente de Acción Nacional Manuel Espino y la señora Gordillo (no me atrevo a llamarla maestra, los maestr@s me merecen mucho respeto), no hacen sino confirmar el proceso de descomposición política que vivimos en México y cuya expresión máxima del cinismo y ausencia de moral y ética es esta perla de Felipe Calderón ” haiga sido como haiga sido yo fui elegido presidente de la República”.
Si a esto le agregamos el actuar de los partidos políticos en las elecciones locales, como son los casos de Yucatán, Tijuana, el numerito del PRD en Zacatecas, y sobretodo la joya de la corona, ¡las declaraciones del chino nacionalizado mexicano Sr. Zhenli Ye Gon!, no veo como se puedan llevar a cabo elecciones sin antes implantar una reforma del estado lo suficientemente amplia como para que se revitalicen sanamente las instituciones.
No me cabe duda que se puede lograr a través de un movimiento lo suficientemente poderoso por su legitimidad, que obligue a la clase política a tomar en cuenta a todos los actores del espectro social, tan incluyente que no deje a fuera a nadie.
Ahora bien, donde surge la duda, es si la comisión para la reforma del estado del poder legislativo, es capaz de llevar a buen puerto semejante reto, sobretodo si tiene como presidente de la misma al epítome del político mafioso.
¿Habrá forma de nulificar o hacer a un lado a los peores exponentes del México cínico y corrupto expresado en las personas de Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón?
¿Y los del PAN?, de esos mejor ni hablamos…