Eruviel Ávila, Onésimo Cepeda y Arturo Montiel: La Mafia en el Poder Sí Existe.
by Jose Manuel Marmolejo Delgado on Thursday, May 19, 2011 at 1:15am
La Mafia en el Poder ¡Sí Existe!: Eruviel Ávila, Onésimo Cepeda y Arturo Montiel.
En un evento Sui Géneris, hace algunos ayeres, fue celebrado fastuosamente uno de los cumpleaños del Obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda Silva. Al festejo acudió la jerarquía de alta alcurnia y poder en México, entre quienes pudimos observar a diversos personajes. Estuvieron presentes, Arturo Montiel Rojas, tío de Peña Nieto y en aquel entonces Gobernador del Estado de México; Eruviel Ávila, que era por primera vez Presidente Municipal de Ecatepec y es actualmente candidato del PRI a gobernador; Norberto Riviera Carrera, alto integrante de la nomenclatura de la élite de la Iglesia Católica y reconocido protector de pederastas -motivo por el cual no puede ingresar a Estados Unidos pues sería arrestado de inmediato-; Roberto Hernández, ex propietario de Banamex; Francisco Labastida Ochoa, ex candidato del PRI a Presidente de la República; el cantante Marco Antonio Muñiz, famoso por aparecer en varias fotografías publicadas en la revista Proceso en una fiesta acompañando a afamados narcotraficantes, conjuntamente con su hijo, el animador de televisión Jorge Muñiz; los Gamiño, panistas que ostentaron el poder político en Coacalco, Estado de México, a través del PAN; la ex esposa de Eruviel Ávila, Grimalda Muñiz; la mamá de Onésimo y muchas personas poderosas más.
La celebración se llevó a cabo en la Catedral de Ecatepec, que es conocida como la Catedral de la Ignominia, porque fue construida por Onésimo Cepeda en unos meses, con el mayor lujo del mundo y con un excesivo gasto financiado con recursos de oscura procedencia. La majestuosidad de la “Última Catedral del Siglo XX” -como la llamó Ernesto Zedillo, cuando acudió a Ecatepec a inaugurarla- es un verdadero insulto a la extrema pobreza que padecen muchas de las comunidades marginales de este municipio del Estado de México. Esa catedral fue edificada a pesar de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) suspendió la obra por estar destruyendo importantes vestigios prehispánicos y coloniales. Además es anti ecológica, ya que como adorno de lujo extremo, se colocaron inmensas trabes ornamentales de madera en su estructura. Onésimo destruyó medio Ajusco para hacer que su Catedral oliera a árboles muertos.
El pueblo de Ecatepec, particularmente de la Cabecera Municipal -que lleva el nombre de San Cristóbal- detesta a Onésimo por varias razones. Una de las cuales es que para construir la catedral -monumento a la soberbia del obispo- Onésimo destruyó el único parque público de la cabecera municipal, talando cientos de árboles y derribando el tradicional kiosco del pueblo al que acudían las familias nativas y avecindadas a recrearse, particularmente los fines de semana. Para compensar la pérdida de dicho espacio, el Gobierno de Ecatepec, que era encabezado en 1999 por el priísta Jorge Torres, habilitó como jardín municipal un frondoso vivero ubicado frente a la parroquia colonial de San Cristóbal, abriéndolo al público con la consecuente siega de otros centenares de árboles.
La conmemoración de un aniversario más del nacimiento del multimillonario empresario taurino y obispo Onésimo Cepeda, fue aprovechada para inaugurar las oficinas de la curia, edificadas dentro del Convento Colonial de San Francisco, localizado entre la parroquia y la Casa de Cultura del pueblo. El Convento de San Francisco data de la época colonial y está catalogado por el INAH como Monumento Histórico y su restauración fue financiada por Arturo Montiel, Roberto Hernández, las limosnas del pueblo y fondos aportados por turbios personajes dedicados al lavado de dinero.
El pueblo sigue exigiendo a Onésimo Cepeda la devolución de este inmueble -que también es patrimonio regional- para construir el Museo de Antropología e Historia de Ecatepec. La Iglesia Católica se ha negado a devolverle al pueblo su legado, a pesar de que bien podría instalar sus oficinas en un edificio privado no catalogado como Patrimonio Nacional.
Después de la fastuosa misa conmemorativa se organizó una faraónica fiesta debajo de una elegante lona colocada dentro de los jardines de la Catedral de la Ignominia. Desde luego el acceso a la celebración fue restringido y no se invitó a la “plebe de Ecatepec”, como sí se le permitió entrar a la misa, sobre todo porque ese día se exhortó a la feligresía a ser más generosos con sus limosnas por tratarse de una fecha especial. No faltaron los “colados” a la fiesta del Onésimo -representante de dios en la tierra- sobre todo del gremio periodístico. Nuestros amigos reporteros -después de suplicarnos el anonimato- nos narraron los enormes excesos en lujo, espectáculo, comida, bebida y otras sustancias consumidas en la Catedral de Ecatepec. Después de algunos alcoholes, salieron a relucir las orientaciones sexuales de algunos políticos, prelados y periodistas. Se pusieron una borrachera marca demonio. Nuestros amigos comunicadores nos refirieron que el ex alcalde Eruviel Ávila bailaba completamente ebrio y al no percatarse de la existencia de unos escalones, cayó al suelo rompiéndose ambas piernas. Este accidente ocasionó la primera de las dos prolongadas ausencias de Eruviel Ávila a su trabajo como presidente municipal de Ecatepec, pues tuvo incapacidad médica durante varios meses. Su segunda larga ausencia fue cuando estuvo a punto de morir puesto que recibió un balazo en el pulmón, que le perforó este órgano. Nuestros amigos periodistas informan que el balazo le fue propinado presuntamente a Eruviel Ávila por su ex esposa, Grimalda Muñiz, cuándo lo sorprendió en la cama con el hoy diputado del PRI Jorge Hernández. No cabe duda: la Mafia en el Poder sí existe.
Invitamos a los amigos del Face a ver las más de cincuenta fotografías con las imágenes de la Fiesta Inolvidable de Onésimo Cepeda Silva.
Nota elaborada y enviada por Quadratín Periodismo Cibernético Ehecatepetl, A.C.
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