viernes, abril 24, 2009

Círculos de Estudio

Canto de Conciencia

México: Contradicciones de su fingida “guerra”

Por Esto!
Dignidad, Identidad, Soberanía

Ricardo Andrade Jardí

Y en nombre de la inmoral prohibición salen al mercado “legal” mexicano nuevas bebidas de cola con altos contenidos de “inas”, es decir, de substancias estimulantes tratadas químicamente, que nada le piden a la cocaína, por ejemplo.

Drogas chatarra, que se anuncian en la telecracia como alternativa de “productividad”, al tiempo que el desgobierno usurpador hace demagogia propagandística de su guerra contra el crimen organizado. Guerra que, a todas luces, no es más que otra mentira del sistema para someter al imaginario popular en el miedo y ante el caos “justificar” la represión que la ilegitimidad requiere para poder seguir administrando los intereses corruptos de las decadentes oligarquías adictas hasta el asco a la droga que el desgobierno dice combatir.

No hay que seguir transitando en la mentira. No debemos permitirlo y no podemos permitírnoslo. No hay guerra contra el narco. El narcotráfico, en México y Estados Unidos, goza de una red “oficial” de protección en un negocio de las corporaciones financieras que gracias a la prohibición hoy lavan millones de dólares, millones de dólares que ni el libre mercado les producirían, millones de dólares que son el resultado de la prohibición y que las grandes corporaciones comerciales y financieras no declaran son la ganancia inmoral de la violencia. Violencia que aterroriza culturas y favorece empresarios. “La guerra contra las drogas”, “la guerra contra el crimen organizado”, es la mentira neoliberal para sostener todos los pretextos que favorecen la inercia de la violencia. La inseguridad es el resultado que se busca desde la más alta estructura del poder. En la inseguridad colectiva es donde se arraigan los imaginarios represivos, que son justamente el pasto de cultivo que favorece la subjetividad represiva del sistema.

La prohibición es, además, un acto represivo del Estado contra el ciudadano. El Estado, que está obligado a prevenir y en todo caso garantizar asistencia médica y sicológica adecuada, invierte millonarios presupuestos en armamentos y estrategias de guerra para prohibir el consumo de lo que debe ser una decisión puramente individual y en todo caso familiar, millones de pesos que no serán invertidos en salud, educación, investigación científica y tecnológica… se utilizan para “combatir” a algún grupo menor del crimen organizado, mientras el gran crimen organizado se organiza al cobijo y con la protección de esos millones del dinero público que no llegarán nunca a donde deberían llegar.

No es una contradicción casual. El libre mercado deja muy poco a la casualidad. La supuesta guerra contra el crimen organizado y la invasión en tiendas y supermercados de productos chatarra con grandes dosis de estimulantes al alcance de todos son una patética prueba de lo inmoral que resulta la prohibición. Las drogas puras nos son prohibidas, las drogas químicas son vendidas para todo público, a los consumidores de las drogas prohibidas les dicen adictos y los tratan como delincuentes, a los compradores de las drogas envasadas y “legales” los llaman simplemente consumidores o enfermos, pero la realidad no puede ocultarse: unos y otros son adictos, sólo que unos lo son por convicción y por tanto están en más posibilidades de reconocerse como tales y los otros lo son por enajenación y ahí ya lo perdieron todo, pues no se saben ni se reconocen como los adictos y consumidores compulsivos que son...

http://www.poresto.net/opiniones/31535-contradicciones-de-su-fingida-guerra-

Video

UN VIDEO MUY INTERESANTE:

http://www.youtube.com/watch?v=_A30DM79P0M&feature=related


TÍTULO: Wal-Mart, el alto coste de los precios bajos (The high cost of low prices)
DIRECTOR: Robert Greenwald
AÑO: 2005
PAÍS: Global
IDIOMA: Español-castellano subtitulado

SINOPSIS: - "Realizado por el prolijo documentalista de denuncia Robert Greenwald, representa una excelente muestra del nuevo frente de batalla en la guerra permanente que los militantes consumidores norteamericanos llevan contra las empresas que probadamente comienzan a abusar de sus poderes monopólicos.

Wal-Mart es la mayor cadena de megasupermercados del mundo, siendo una de las corporaciones mas poderosas del país del norte. Y en Wal-Mart: The High Cost of Low Price (El alto costo de los precios bajos) son acusados mediante entrevistas, documentos, imágenes y denuncias de lo siguiente:

Destrucción de comunidades locales al irrumpir con precios con los que se es imposible competir, mantener al grueso de sus empleados en empleos part-time sin pago de horas extras, la negación de planes de salud a sus empleados quienes están obligados a usar los destinados a ciudadanos de menores recursos y desempleados (Medicare, Welfare), activa política antisindical que involucra amenazas, despidos y equipos de respuesta rápida que viajan vía jet privado ante la amenaza de un movimiento sindical (es la única empresa grande de Estados Unidos SIN NINGÚN sindicato en función). La discriminación a la hora de ascender a sus empleados (no son ascendidos mujeres ni personas de color). Uso de inmigrantes ilegales que son encerrados en la noche dentro de sus locales para limpiarlos, uso de billones de dólares en subsidios estatales para la construcción de sus locales (no disponibles para otras empresas) y tras lograr esos fondos, reubican el local fuera de los límites de la respectiva ciudad para evitar los impuestos. Contaminación tóxica de múltiples vertientes y lagos de agua de beber, condiciones subhumanas de trabajo en las fábricas en el extranjero que hacen sus productos de "marca propia" y récord de criminalidad (robos, asesinatos y violaciones) en los estacionamientos de los supermercados que no tienen ninguna vigilancia (excepto donde hay cámaras de video para prácticas antisindicales) e indisposición a hacerse responsable.

Después de las anteriores denuncias, el autor muestra cómo las comunidades locales comenzaron a organizarse y a impedir en distintas partes de EE.UU. la construcción de nuevos locales mediante votaciones distritales o mediante la elección de autoridades cuya campaña era negar los permisos al gigante del retail. Así, mostrando la nota positiva tras todo lo anterior.

La importancia para Chile no es menor, ya que la empresa Líder tiene como modelo de negocio a Wal-Mart. Tanto así, que ya un par de veces el gigante norteamericano ha intentado comprar a la principal cadena chilena de supermercados. Hasta ahora, el precio ofrecido no ha sido suficiente.

Muy característico de la cultura norteamericana de denuncias de consumidores, presenta algunos elementos que marcan la dirección por la que avanzará nuestro país en los próximos años, al cambiar nuestra cultura de exigencias estatales a una de exigencias de consumidores, mientras nuestra sociedad se acostumbra al ya cambiado principal interlocutor en nuestras vidas, del estado hacia el mercado."

"Es la cadena mas grande en el mundo... solo en USA cuenta mas de 6.000 locales de todos los tamaños y tienen presencia en toda Europa, ya sea directamente con su nombre o a traves de la adquisicion de cadenas locales, p.e. alemanas como ALDI, PLUS, Rossmann y otras... y una situasion muy comun era el comprobar la similitud en los metodos que utilizan para mantener y/o destruir a los (escasos) sindicatos... acciones como intimidacion, acusaciones falsas de robo y cambios bruscos de posiciones o reducciones de personal son acciones "normales". Incluso los jefes directos viven bajo permanente presión de los "mas altos ejecutivos" interesados solo en numeros."

Los Amos del Mundo

(Artículo del escritor español publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998). Diez años después se cumple el plazo.

Los Amos del Mundo
Arturo Pérez-Reverte

Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla intro del ordenador, su futuro y el de sus hijos.

Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street , y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva.Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.

Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.

Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.

Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.

Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros...

Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y el chichi de la Bernarda..........

Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo.
Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.

Arturo Pérez-Reverte