sábado, diciembre 23, 2006

DE NUESTRO CORREO

Queridos colisteros:

Decíamos ayer, antes del viaje a Galicia, que "estamos rodeados de cientos de "detallitos" diariamente, que nos pueden llevar a situaciones completamente distintas" También expresé que a veces "prefiero conversar con un campesino "ignorante", que no sepa leer ni escribir y que sin embargo sea rico en Sabiduría".

Dado que he recibido algunos comentarios en privado voy a intentar ahora remachar el clavo:

Los "detallitos" Opcionales que nos salen al paso a cada paso, y entre los que no queda más remedio que elegir uno y desechar a todos los demás, tienen total similitud con la siguiente Parábola, -( que yo también digo Parábolas, Oiga )-, bueno pues eso : Era, que se era, uno que iba en un carro sin frenos a mil kilómetros por hora, y como es lógico, no podía ver los letreros de las carreteras que le iban saliendo al paso : Así que no tenía más remedio que ir eligiendo carreteras y más carreteras de una de estas dos formas:

A : según lo iban haciendo los demás carros que también iban sin frenos y a mil por hora, tomando unánimamente las carreteras que más les gustaban.

B : según un Criterio Referencial Superior : Una estrella, el Norte, u otro punto cardinal.

Moraleja :

Si el conductor optaba por seguir el Criterio "A", terminaba por acabársele la gasolina, y quedarse arrumbado en cualquier cuneta de mala muerte, -como a los otros conductores -que habían elegido el mismo Criterio- les había pasado antes o les iba a pasar poco después-.

Pero si el conductor optaba por elegir un Criterio Referencial Superior, más tarde o más temprano -y a pesar de todas las desviaciones circunstanciales a cuyas presiones no podría sustrarse temporalmente- llegaba felizmente a su Destino.

Debido a la enorme velocidad del vehículo sin frenos, todos los letreros que informaban sobre cada carretera aparecían borrosos e ilegibles a la vista de todos los conductores durante el muy fugaz instante en el que pasaban frente a ellos : Y por tanto, los conocimientos que podían obtener de esos letreros eran siempre dudosos y sujetos a errores de interpretación.

Nuestro "conductor parabólico" necesita algo más que el Conocimiento : Necesita Sabiduría y Más Que Sabiduría : Intuición : -la misteriosa y sutil capacidad mental espiritual que penetra hasta la Esencia de los hechos y de los actos, atravesando las apariencias y los convencionalismos, como un rayo de sol atraviesa un cristal pintarrajeado con toda clase de dibujos-.

Y henos aquí ante Tu "Analfabeto" :

Al carecer de los Signos Convencionales de la Cultura en que vive, no puede guiarse por tales Signos, -ni puede ser engañado por tales Signos- sino que ha de aviárselas con La Voz de su propia Alma, -que es tan vieja como el mundo-, con La Voz de su Superconsciente : Ha de aviárselas con sólo su Intuición : Hablamos solamente de Analfabetos Inteligentes, definibles como "los Genios que no han aprendido a leer ni a escribir", -que son exactamente los mismos que son capaces de pasar por una Universidad sin que los catedráticos logren destruirles su Inteligencia : Entren como entren las promociones estudiantiles que salen de la Universidad salen todos mentalmente castrados, -salvo las pocas Geniales Excepciones-.

Estas Geniales Excepciones -mentalmente más duras que el Diamante- mantienen intacta e inmaculada su inocencia de Perpetuos Analfabetos Culturales y se ríen como Niños Eternos de las pamplinas y tonteras y sandeces Engoladas y Prosopopéyicas de ésas que son premiadas con los Nóbeles y otros premios similares. Se ríen no porque sí, sino porque su Actividad Mental Crítica es feroz -y no perdona nada ni a nadie que no reciba la Aquiescencia del Señor de su Alma-.

Para Ellos El Principio de Autoridad reside sólo en su propia evidencia.

Saludos evidentes

Diego