domingo, diciembre 03, 2006

Los compas de la huelga de hambre nos enviaron este mensaje:

COMUNICADO

Palacio Nacional, D.F., 2 de diciembre de 2006


El día de ayer, primero de diciembre, los mexicanos fuimos testigos de la peor manifestación del autoritarismo, fuimos testigos de la frivolidad con la que los herederos del sinarquismo aplican con impunidad el poder del que se han apropiado, mintiendo a la Patria desde los primeros minutos del día, en una "ceremonia" carente de protocolo y legalidad, para enviar mensajes al Pueblo, mensajes que no hallan significado en una sociedad incrédula.

Sin embargo, en sus actos, el usurpador Felipe Calderón, descifra las claves de lo que ya se mira como una efímera y débil usurpación. El presidente de la madrugada, de puertas traseras y de sótanos, el presidente del fraude y del odio, ayer decidió ser Maximiliano y repudiar a Benito Juárez, aunque su discurso intentó congeniar su identidad conservadora con las ideas de justicia y libertad, lo cierto es que en los hechos se mostró elitista y aristócrata.

Desde el 20 de noviembre pasado, fecha en que Andrés Manuel López Obrador fue investido como Presidente Legítimo de México, Ferrer Galván Acosta, Juan Carlos Escandón, Alejandro Sandoval, Eliseo Junior Flores, Fernando Zamudio y, más tarde, Hilda Lizalde, mantuvimos un ayuno, ante la Puerta Mariana del Palacio Nacional, con la clara intención de impedir que Felipe Calderón, intentara ingresar como presidente de la República.

Ayer, Calderón asaltó el Congreso de la Unión y se proclamó presidente de México. En un acto sin precedentes, el presidente de los tres minutos, llegó a San Lázaro y ninguna Comisión de Cortesía lo recibió, entró por la puerta trasera y atravesó los sótanos del recinto. El usurpador hizo un circo legal en el que ostentó la carencia de legitimidad que lo respalda.

Hoy, un día después de la usurpación, los que nos mantenemos en Huelga de Hambre frente a Palacio Nacional hemos decidido levantar la huelga porque se han cumplido los objetivos planteados para realizar tanto el bloqueo a la Puerta Mariana como el ayuno.

Ayer, después de once días de bloqueo y ayuno, fue posible, que el usurpador declinara siquiera acerarse a Palacio Nacional, de todos los símbolos que mancilló, el único del que se mantuvo distanciado fue el de entrar a Palacio Nacional. Es un logro de la Resistencia Civil, la salvaguarda de este edificio y esta puerta tan simbólica en estos tiempos de crisis política.

Pero, también advertimos, que el usurpador decidió cambiar la sede de la tradicional cena con las delegaciones internacionales del Palacio Nacional hacia el Castillo de Chapultepec, lo que nos hace apreciar que la avidez calderoniana por hacerse del poder, se redujo a la recepción de la banda presidencial, la rendición de protesta, aun fuera del protocolo, en el Palacio de San Lázaro y el apoderamiento de Los Pinos. Pero no aspiró a tomar las oficinas de Palacio Nacional; además emite una señal inequívoca de su ascendencia y destino, si el Palacio Nacional simboliza la sede republicana del Poder Ejecutivo, el lugar donde vivió Juárez, el Castillo de Chapultepec es, ciertamente, el símbolo del intervencionismo. Saber que Calderón suplió al Palacio Nacional por el Castillo, nos recuerda el vínculo ideológico directo del PAN con aquellos que usurparon el poder en otros tiempos, invocando al Emperador Maximiliano.

Logramos detener a Calderón, y sabemos que será un efímero presidente espurio, la Resistencia debe pasar a una etapa de organización y aglutinamiento que permita al mismo tiempo consolidar al Gobierno legítimo y acabar con la usurpación.

Desde la Puerta por la que debió entrar en descubierta el espurio, quienes la resguardamos, vivimos agresiones y acoso de todo tipo. Pero sobretodo entendimos el enorme desprecio que tiene la derecha por los símbolos republicanos.

La enorme solidaridad que recibimos de la ciudadanía nos permite confirmar que el Gobierno legítimo es mayoritario y que puede más el Pueblo organizado que el dinero y las armas que protegen al usurpador Felipe Calderón.

Nos retiramos de esta posición tan importante, con la certeza de que hemos contribuido con la resistencia nacional de manera satisfactoria. Anunciamos que continuaremos con las actividades de resistencia civil pacífica hasta la caída de Felipe Calderón, que daremos un paso hacia la organización de las delegaciones del Gobierno Legítimo y que no desistiremos en denunciar que el señor Calderón, al ser producto de un fraude electoral, su nombramiento es espurio y la osadía de imponerlo es una afrenta contra la voluntad popular.

Desde el Palacio Nacional sede del poder ejecutivo de México decidimos levantar la Huelga de Hambre.

¡Ni un paso atrás!
Sufragio Efectivo, No Imposición





Campamento en Huelga de Hambre frente a la Puerta Mariana de Palacio Nacional


Ferrer Galván Acosta, Eliseo Junior Flores, Hilda Lizalde, Juan Carlos Escandón, Alejandro Sandoval y Fernando Zamudio