Para políticos y analistas, Las venas abiertas de América Latina, de Galeano, es un libro "peligroso".
David Brooks
Corresponsal
Nueva York, 21 de abril. Un libro resulta a veces más poderoso que un país imperial o una cumbre de presidentes.
Al parecer, Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, aún hace temblar a muchos poderosos aquí, ya que, según ellos, es un libro "muy peligroso" que puede hasta poner en riesgo a la Casa Blanca.
Y es que el gesto de Hugo Chávez, de regalarle a Barack Obama el libro del escritor uruguayo ha generado más reacción aquí, al igual que la foto del saludo de los dos mandatarios, que casi todo lo que se dijo en la Cumbre de las Américas.
Por supuesto que esto también encantó a un amplio sector de gente que se considera progresista, pero las mejores recomendaciones del libro de Galeano, colaborador de La Jornada, provienen del otro bando, lo cual remarca el hecho de que ese libro tiene un poder que espanta a muchos.
Otto Reich, ex embajador en Venezuela, alto funcionario diplomático en los gobiernos de Ronald Reagan y de ambos Bush y ex asesor sobre temas de América Latina para la campaña presidencial de John McCain, afirmó que "fue un error" por parte de Obama recibir el libro de manos de Chávez.
"También fue, francamente, un error de su equipo. Debieron evitar eso. Trabajé para tres presidentes. No creo que eso hubiera ocurrido con Reagan o con los dos Bush. No debieron haber puesto al presidente Obama en esa vergonzosa situación, porque este es un libro muy antiestadunidense y antieuropeo también", comentó en una entrevista con Newsmax TV.
Y agregó: "Es un libro que tiene unos 30 años, escrito por un latinoamericano de ultraizquierda, un autor muy desconocido (sic). Y ahora (con su regalo) Chávez ha puesto este libro, me dicen, en la cúspide de la lista de ventas de Amazon".
Para Andrés Oppenheimer, columnista del Miami Herald, fue casi insoportable el gesto, algo comparado con la peor ofensa imaginable. “Cuando Chávez le entregó un ejemplar en español del libro del autor uruguayo Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, una diatriba cuyo tema de fondo es que la pobreza latinoamericana es causada por el imperialismo de Estados Unidos, Obama lo aceptó con una sonrisa. Cuando al presidente estadunidense le preguntaron más tarde los reporteros qué le parecía el regalo de Chávez, sonrió y dijo que ‘fue un gesto bonito… soy un lector’. Fue una respuesta curiosa, dado que el gesto de Chávez era el equivalente de regalarle Mein Kampf, de Adolf Hitler, a un presidente israelí”.
El incidente llegó hasta los monólogos cómicos de los programas nocturnos de las cadenas nacionales de televisión. Por ejemplo, David Letterman, en su programa Late Night, de CBS, comentó que “hay una cumbre ahora en Trinidad, con ese malévolo Hugo Chávez. La idea es abrir líneas de comunicación. Ese furtivo Chávez le dio un libro al presidente Obama –en español. Obama no lee en ese idioma. Sería como darle a George W. Bush… bueno, cualquier libro”.
La foto
En tanto, los políticos conservadores cuestionaron de inmediato la foto donde aparecen Obama y Chávez dándose la mano. Newt Gingrich, ex presidente republicano de la Cámara de Representantes, dijo que eso era apoyar a "los enemigos de Estados Unidos". Por lo menos tres senadores, también republicanos, criticaron al presidente, calificando su saludo a Chávez como un acto "irresponsable", tal vez mostrando su "poca experiencia" en asuntos internacionales y hasta insinuando que ese gesto había debilitado a la superpotencia.
En una entrevista con el conductor conservador Sean Hannity, en Fox News, el ex vicepresidente Dick Cheney también expresó su disgusto por la foto de Obama con Chávez. “Bueno, no creo que ayude… Tienes a millones de personas en todo Sudamérica observando cómo actuamos, y si ven a un presidente estadunidense acercándose a alguien como Daniel Ortega o Chávez, no creo que eso ayude, creo que establece una perspectiva equivocada”. Tampoco le gustó que el mandatario se disculpe tanto en nombre de Estados Unidos. “Lo que encuentro preocupante es que ha ido a Europa, por ejemplo, y pareció disculparse profusamente allí, y después en México, y ahí también ofrecer disculpas, y así… Uno tiene que ser muy cuidadoso. El mundo, tanto nuestros amigos como nuestros enemigos, rápidamente tomarán ventaja si creen que están negociando con un presidente débil o uno que no defenderá de manera agresiva los intereses estadunidenses”.
Obama ya esperaba las críticas e incluso comentó a reporteros que "es poco probable que como consecuencia de saludar de mano y sostener una conversación amable con Chávez se pongan en peligro los intereses estratégicos de Estados Unidos". Agregó que este debate ya se había dado durante la contienda electoral del año pasado, con la idea de que "si de alguna manera mostrábamos cortesía o abríamos un diálogo con gobiernos que previamente habían sido hostiles contra nosotros, esa sería una señal de debilidad. El pueblo estadunidense no aceptó eso, y hay una buena razón por la cual no se la tragó: porque no tiene sentido".
Un libro y una foto de un saludo cordial parecen haber provocado histeria y pánico entre algunos aquí. Al parecer, a veces las palabras de un periodista en busca de la verdad y una imagen son más poderosas que las espadas.
Mientras, el libro circula por todas partes –sigue en la lista de los más vendidos en Amazon y otros comercios– contaminando con ideas peligrosas a toda otra generación dentro de Estados Unidos y provocando, al parecer, mucho temor entre algunos autoproclamados guardianes de la historia oficial.
Tomado de La Jornada
David Brooks
Corresponsal
Nueva York, 21 de abril. Un libro resulta a veces más poderoso que un país imperial o una cumbre de presidentes.
Al parecer, Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, aún hace temblar a muchos poderosos aquí, ya que, según ellos, es un libro "muy peligroso" que puede hasta poner en riesgo a la Casa Blanca.
Y es que el gesto de Hugo Chávez, de regalarle a Barack Obama el libro del escritor uruguayo ha generado más reacción aquí, al igual que la foto del saludo de los dos mandatarios, que casi todo lo que se dijo en la Cumbre de las Américas.
Por supuesto que esto también encantó a un amplio sector de gente que se considera progresista, pero las mejores recomendaciones del libro de Galeano, colaborador de La Jornada, provienen del otro bando, lo cual remarca el hecho de que ese libro tiene un poder que espanta a muchos.
Otto Reich, ex embajador en Venezuela, alto funcionario diplomático en los gobiernos de Ronald Reagan y de ambos Bush y ex asesor sobre temas de América Latina para la campaña presidencial de John McCain, afirmó que "fue un error" por parte de Obama recibir el libro de manos de Chávez.
"También fue, francamente, un error de su equipo. Debieron evitar eso. Trabajé para tres presidentes. No creo que eso hubiera ocurrido con Reagan o con los dos Bush. No debieron haber puesto al presidente Obama en esa vergonzosa situación, porque este es un libro muy antiestadunidense y antieuropeo también", comentó en una entrevista con Newsmax TV.
Y agregó: "Es un libro que tiene unos 30 años, escrito por un latinoamericano de ultraizquierda, un autor muy desconocido (sic). Y ahora (con su regalo) Chávez ha puesto este libro, me dicen, en la cúspide de la lista de ventas de Amazon".
Para Andrés Oppenheimer, columnista del Miami Herald, fue casi insoportable el gesto, algo comparado con la peor ofensa imaginable. “Cuando Chávez le entregó un ejemplar en español del libro del autor uruguayo Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, una diatriba cuyo tema de fondo es que la pobreza latinoamericana es causada por el imperialismo de Estados Unidos, Obama lo aceptó con una sonrisa. Cuando al presidente estadunidense le preguntaron más tarde los reporteros qué le parecía el regalo de Chávez, sonrió y dijo que ‘fue un gesto bonito… soy un lector’. Fue una respuesta curiosa, dado que el gesto de Chávez era el equivalente de regalarle Mein Kampf, de Adolf Hitler, a un presidente israelí”.
El incidente llegó hasta los monólogos cómicos de los programas nocturnos de las cadenas nacionales de televisión. Por ejemplo, David Letterman, en su programa Late Night, de CBS, comentó que “hay una cumbre ahora en Trinidad, con ese malévolo Hugo Chávez. La idea es abrir líneas de comunicación. Ese furtivo Chávez le dio un libro al presidente Obama –en español. Obama no lee en ese idioma. Sería como darle a George W. Bush… bueno, cualquier libro”.
La foto
En tanto, los políticos conservadores cuestionaron de inmediato la foto donde aparecen Obama y Chávez dándose la mano. Newt Gingrich, ex presidente republicano de la Cámara de Representantes, dijo que eso era apoyar a "los enemigos de Estados Unidos". Por lo menos tres senadores, también republicanos, criticaron al presidente, calificando su saludo a Chávez como un acto "irresponsable", tal vez mostrando su "poca experiencia" en asuntos internacionales y hasta insinuando que ese gesto había debilitado a la superpotencia.
En una entrevista con el conductor conservador Sean Hannity, en Fox News, el ex vicepresidente Dick Cheney también expresó su disgusto por la foto de Obama con Chávez. “Bueno, no creo que ayude… Tienes a millones de personas en todo Sudamérica observando cómo actuamos, y si ven a un presidente estadunidense acercándose a alguien como Daniel Ortega o Chávez, no creo que eso ayude, creo que establece una perspectiva equivocada”. Tampoco le gustó que el mandatario se disculpe tanto en nombre de Estados Unidos. “Lo que encuentro preocupante es que ha ido a Europa, por ejemplo, y pareció disculparse profusamente allí, y después en México, y ahí también ofrecer disculpas, y así… Uno tiene que ser muy cuidadoso. El mundo, tanto nuestros amigos como nuestros enemigos, rápidamente tomarán ventaja si creen que están negociando con un presidente débil o uno que no defenderá de manera agresiva los intereses estadunidenses”.
Obama ya esperaba las críticas e incluso comentó a reporteros que "es poco probable que como consecuencia de saludar de mano y sostener una conversación amable con Chávez se pongan en peligro los intereses estratégicos de Estados Unidos". Agregó que este debate ya se había dado durante la contienda electoral del año pasado, con la idea de que "si de alguna manera mostrábamos cortesía o abríamos un diálogo con gobiernos que previamente habían sido hostiles contra nosotros, esa sería una señal de debilidad. El pueblo estadunidense no aceptó eso, y hay una buena razón por la cual no se la tragó: porque no tiene sentido".
Un libro y una foto de un saludo cordial parecen haber provocado histeria y pánico entre algunos aquí. Al parecer, a veces las palabras de un periodista en busca de la verdad y una imagen son más poderosas que las espadas.
Mientras, el libro circula por todas partes –sigue en la lista de los más vendidos en Amazon y otros comercios– contaminando con ideas peligrosas a toda otra generación dentro de Estados Unidos y provocando, al parecer, mucho temor entre algunos autoproclamados guardianes de la historia oficial.
Tomado de La Jornada