viernes, junio 25, 2010

Reflexiones de Fidel Castro.

Cómo me gustaría estar equivocado‏

(El líder de la Revolución Cubana afirma que mientras el fanatismo
deportivo a propósito de la Copa Mundial de Fútbol crece
incesantemente, cautivando a miles de millones de personas en todo el
planeta, muy pocos conocen que desde el 20 de junio naves militares
norteamericanas, incluido el portaviones Harry S. Truman y submarinos
nucleares, navegan hacia las costas iraníes a través del canal de Suez)


Cuando estas líneas se publiquen en el periódico Granma mañana
viernes, el 26 de Julio, fecha en la que siempre recordamos con
orgullo el honor de haber resistido los embates del imperio, quedará
distante, a pesar de que faltan sólo 32 días.

Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad ?el
imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses
materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan
el planeta? lo han calculado todo con precisión matemática.

En la reflexión del día 16 de junio escribí:  “Entre juego y juego de
la Copa Mundial de Fútbol, las diabólicas noticias se van deslizando
poco a poco, de modo que nadie se ocupe de ellas.”

El famoso evento deportivo ha entrado en sus momentos más
emocionantes. Durante 14 días, los equipos integrados por los mejores
futbolistas de 32 países han estado compitiendo para avanzar hacia la
fase de octavos de final; después vendrán sucesivamente las fases de
cuartos de final, semifinales y el final del evento.

El fanatismo deportivo crece incesantemente, cautivando a cientos y
tal vez miles de millones de personas en todo el planeta.

Habría que preguntarse cuántos, en cambio, han conocido que desde el
20 de junio naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones
Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros
buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los
viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y
1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez.

Junto a las fuerzas navales yankis avanzan buques militares
israelitas, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar
cuanta embarcación parta para exportar e importar productos
comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere.

El Consejo de Seguridad de la ONU, a propuesta de Estados Unidos, con
el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura
resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que
ostentan ese derecho.

Otra resolución más dura fue aprobada por acuerdo del Senado de Estados Unidos.

Con posterioridad, una tercera, más dura todavía, fue aprobada por los
países de la Comunidad Europea. Todo tuvo lugar antes del 20 de junio,
lo que motivó un viaje urgente del Presidente francés Nicolás Sarkozy
a Rusia, según noticias, para entrevistarse con el jefe de Estado de
ese poderoso país, Dmitri Medvédev, con la esperanza de negociar con
Irán y evitar lo peor.

Ahora se trata de calcular cuándo las fuerzas navales de Estados
Unidos e Israel se desplegarán frente a las costas de Irán, y unirse
allí a los portaaviones y demás buques militares norteamericanos que
montan guardia en esa región.

Lo peor es que, igual que Estados Unidos,  Israel, su gendarme en el
Medio Oriente, posee modernísimos aviones de ataque y sofisticadas
armas nucleares suministradas por Estados Unidos, que lo convirtió en
la sexta potencia nuclear del planeta por su poder de fuego, entre las
ocho reconocidas como tales, que incluyen a la India y Paquistán.

El Sha de Irán había sido derrocado por el Ayatollah Ruhollah Jomeini
en 1979 sin emplear un arma. Estados Unidos le impuso después la
guerra a aquella nación con el empleo de armas químicas, cuyos
componentes suministró a Irak junto a la información requerida por sus
unidades de combate y que fueron empleadas por estas contra los
Guardianes de la Revolución.

Cuba lo conoce porque era entonces, como hemos explicado otras veces,
Presidente del Movimiento de Países No Alineados.

Sabemos bien los estragos que causó en su población. Mahmud
Ahmadineyad, hoy jefe de Estado en Irán, fue jefe del sexto ejército
de los Guardianes de la Revolución y jefe de los Cuerpos de los
Guardianes en las provincias occidentales del país, que llevaron el
peso principal de aquella guerra.

Hoy, en el 2010, tanto Estados Unidos como Israel, después de 31 años,
subestiman al millón de hombres de las Fuerzas Armadas de Irán y su
capacidad de combate por tierra, y a las fuerzas de aire, mar, y
tierra de los Guardianes de la Revolución.

A éstas se añaden los 20 millones de hombres y mujeres, entre 12 y 60
años, escogidos y entrenados sistemáticamente por sus diversas
instituciones armadas entre los 70 millones de personas que habitan el país.

El gobierno de Estados Unidos elaboró un plan para llevar a cabo un
movimiento político que, apoyándose en el consumismo capitalista,
dividiera a los iraníes y derrocara el régimen.

Tal esperanza es ya inocua. Resulta risible pensar que con las naves
de guerra estadounidenses, unidas a las israelitas, despierten las
simpatías de un solo ciudadano iraní.

Creía por mi parte inicialmente, al analizar la actual situación, que
la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el
detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de
inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos le impondría a Irán.

Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso:  la de Irán
desatará de inmediato a la de Corea.

La dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del
“Cheonan”, y sabe de sobra que fue hundido por una mina que los
servicios de inteligencia yanki  lograron colocar en el casco de esa
nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto en Irán se inicie el ataque.

Es muy justo que los fanáticos del fútbol disfruten a su antojo de las
competencias de la Copa del Mundo. Cumplo sólo el deber de exhortar a
nuestro pueblo,  pensando sobre todo en nuestra juventud, llena de
vida y esperanzas, y especialmente en nuestros maravillosos niños,
para que los hechos no nos sorprendan absolutamente desprevenidos.

Me duele pensar en tantos sueños concebidos por los seres humanos y
las asombrosas creaciones de las que han sido capaces en sólo unos
pocos miles de años.

Cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la Patria
se recupera firmemente, ¡cómo me gustaría estar equivocado!

Fidel Castro Ruz
Junio 24 de 2010