domingo, septiembre 25, 2011

¿Por qué Peña Nieto no debe ser presidente?‏

Escrito por: David López



Los más de 15 millones de habitantes del Estado de México hubieron de comprobar en 6 años que sus condiciones de vida no mejoraron durante la gestión de Peña Nieto. Según Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en su último balance de medición de la pobreza cuyos datos se dieron a conocer el pasado mes de agosto, más de 6 millones y medio de habitantes (42.9% de la población de la entidad) sufre algún tipo de pobreza, mientras que 12 millones 387 mil 100 habitantes (81.4% de la población) o bien vive en situación de pobreza o de vulnerabilidad por ingreso o condiciones sociales; una 18.5% de la población padece rezago educativo, 35.5% carece de acceso a la salud, 58.9% carece de acceso a la seguridad social, 12.9% carecen de calidad y espacios de la vivienda, 13.3% no tiene acceso a servicios básicos en la vivienda, mientras que 31.6% de mexiquenses carecen de acceso a la alimentación.

A tal panorama se suman una tasa de desempleo del 6.23%, los problemas de transporte (cuyo pasaje mínimo pasó de 4.5 a 7 pesos de 2005 a 2011), el problema de las inundaciones (con 60 mil afectados entre junio y julio pasados) y los 922 homicidios de mujeres de 2005 a 2009 reportado en la entidad, en su mayoría ocurridos en las zona conurbada de la ciudad de México, es decir, crímenes cometidos contra las mujeres trabajadoras.

Por si fuera poco, tenemos los 28,510 millones de pesos de deuda pública que la administración de Peña dejará a Eruviel Ávila, próximo gobernador de la entidad (La Jornada 30/07/2011), y cómo iba a disminuir tal deuda si tan sólo en los primeros tres años de su gobierno gastó 204 millones de pesos en publicidad, además de los gastos de campaña de Eruviel que ascienden a 600 millones de pesos, de los cuales gran parte fueron cubiertos con recursos públicos, sin que exista aun ninguna sanción.

Un amigo de la burguesía

Además de concesionar gran parte de las obras carreteras a la española OHL (cuya fortuna en el primer semestre se incrementó en 1,284 millones de pesos), las concesiones a constructoras de unidades habitacionales (Geo, Urbi, Sadasi, etc.) existen los vínculos que Peña mantiene con Televisa y Tv Azteca, que se han encargado de promover su imagen (como lo muestran los 746 millones de pesos que Peña pagó con recursos del erario público mexiquense a Televisa para la difusión de promocionales) para mostrarle como el candidato ideal de la burguesía para la presidencia en 2012; además, de todos es sabido la relación que tiene con personajes como Salinas de Gortari o Gordillo, con quienes ha efectuado pactos políticos para poder alcanzar la presidencia en 2012; a esto se suma la relación estrecha con los negocios del grupo Atlacomulco (grupo caracterizado por su corrupción, desde los crímenes políticos para eliminar a sus adversarios, hasta el saqueo de recursos estatales para el enriquecimiento de sus miembros los Hank, los Montiel, Peña, entre otros), desde que Peña fue subsecretario de gobierno y titular de la Secretaría de Administración durante la gestión de Arturo Montiel, inculpado por fraude y enriquecimiento ilícito, delitos en los que Peña fue copartícipe, por lo que el proceso judicial contra Montiel fue truncado.

Peña se ha distinguido también por el uso de la represión en contra de la lucha de los trabajadores, como fue el caso de los ejidatarios de Atenco movilizados en 2006 contra el despojo de sus tierras para la construcción de un aeropuerto, donde además de agresiones y detenciones a los ejidatarios, el dictamen final del caso deslindó de responsabilidades al gobierno y a la policía estatal, mostrando el verdadero carácter de clase del Estado burgués; lo mismo sucedió cuando en 2008 un grupo de profesores del oficial Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM) salió a la lucha por la creación de un sindicato de oposición, el Sindicato Unificado de Maestros y Académicos del Estado de México (SUMAEM).

Por todo ello, Peña Nieto se muestra como una alternativa para un sector de la burguesía como una administración que velará por los intereses de empresarios y burócratas, además de que garantizará la opresión necesaria a las luchas del pueblo trabajador. No obstante, el camino dentro del mismo PRI no está allanado para Peña, pues las diferencias entre los sectores de la burguesía se expresan en las disputas por definir al candidato, entre Peña y Beltrones, quien desde el Senado ha levantado la mano con miras a la presidencia al impulsar las reformas laboral, de seguridad y política que tanto añora la burguesía para continuar explotando a la clase trabajadora; podemos esperar que estas fricciones se prolonguen e incluso se tornen más ríspidas (un ejemplo es el pleito entre Azcárraga-Salinas Pliego contra Slim, los primeros apoyando a Peña y el segundo buscando una representación política que le permita salvaguardar sus intereses). No obstante estas disputas intestinas no son más que orientaciones distintas de un mismo objetivo, pues en última instancia, a pesar de las fricciones existentes, la burguesía como clase social alcanza acuerdos comunes para continuar explotando a la clase trabajadora y mantener el poder político ante la lucha de las masas.

Por ello, la tarea de la clase trabajadora es impedir que Peña Nieto llegue a la presidencia, lo que se logrará a través de la lucha política y la adopción de un programa revolucionario que se plantee la expropiación de la industria, la banca y la tierra, para ponerlas bajo dirección democrática de los trabajadores y poner fin así a la miseria capitalista.

Fuente: Militante

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