Redacción
El Universal
Viernes 21 de agosto de 2009
ACAPULCO, Gro.— Al menos 20 líderes y militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) han sido asesinados en lo que va del año.
Ayer, tras la ejecución del presidente del Congreso local, Armando Chavarría Barrera, la dirigencia nacional del PRD condenó el crimen y dijo que éste forma parte de una secuela de violencia que ha causado la muerte de al menos 25 militantes en este año, 20 de ellos en Guerrero.
La escalada de violencia contra gente allegada al partido del sol azteca inició el pasado 20 de febrero, cuando fueron localizados muertos y con huellas de tortura Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, presidente y secretario de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco.
La dirigencia estatal del PRD reconoció a los luchadores sociales como miembros activos de este partido.
El 22 de febrero fue ejecutado el ex alcalde de Petatlán, Javier Rodríguez Aceves. El perredista caminaba por el zócalo de Petatlán, en compañía de su esposa Silvia Cadena, cuando fue rafagueado con rifles AK-47 desde un auto en movimiento.
La madrugada del 28 de febrero fue encontrado ejecutado dentro de un taxi el síndico municipal de Zihuatanejo, Rolando Landa Hernández.
La misma suerte corrió el dirigente municipal del PRD en Petatlán, Álvaro Rosas Martínez, que fue “levantado” el 29 de abril y el 25 de mayo fue hallado muerto. El cuerpo calcinado estaba en la cajuela de un vehículo abandonado cerca de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
Proceso manchado
Un día antes de las elecciones del 5 de julio, en hechos diferentes dos militantes activos fueron asesinados: Faustino Vázquez Jiménez, dirigente transportista y activista en Chilapa, región montaña baja, y Juan Zarabia Adame, originario de San Miguel Totolapan.
El 5 de julio, en la Costa Grande, hombres armados con fusiles y escopetas mataron a 12 integrantes de dos familias que se dirigían a votar.
Las víctimas residían en la comunidad de El Capadero del municipio de Coahuayutla. Entre las personas que perdieron la vida fue identificado el regidor Macario Rivera Lozano y dos de sus hermanos.
Ayer, tras la ejecución del presidente del Congreso local, Armando Chavarría Barrera, la dirigencia nacional del PRD condenó el crimen y dijo que éste forma parte de una secuela de violencia que ha causado la muerte de al menos 25 militantes en este año, 20 de ellos en Guerrero.
La escalada de violencia contra gente allegada al partido del sol azteca inició el pasado 20 de febrero, cuando fueron localizados muertos y con huellas de tortura Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, presidente y secretario de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco.
La dirigencia estatal del PRD reconoció a los luchadores sociales como miembros activos de este partido.
El 22 de febrero fue ejecutado el ex alcalde de Petatlán, Javier Rodríguez Aceves. El perredista caminaba por el zócalo de Petatlán, en compañía de su esposa Silvia Cadena, cuando fue rafagueado con rifles AK-47 desde un auto en movimiento.
La madrugada del 28 de febrero fue encontrado ejecutado dentro de un taxi el síndico municipal de Zihuatanejo, Rolando Landa Hernández.
La misma suerte corrió el dirigente municipal del PRD en Petatlán, Álvaro Rosas Martínez, que fue “levantado” el 29 de abril y el 25 de mayo fue hallado muerto. El cuerpo calcinado estaba en la cajuela de un vehículo abandonado cerca de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
Proceso manchado
Un día antes de las elecciones del 5 de julio, en hechos diferentes dos militantes activos fueron asesinados: Faustino Vázquez Jiménez, dirigente transportista y activista en Chilapa, región montaña baja, y Juan Zarabia Adame, originario de San Miguel Totolapan.
El 5 de julio, en la Costa Grande, hombres armados con fusiles y escopetas mataron a 12 integrantes de dos familias que se dirigían a votar.
Las víctimas residían en la comunidad de El Capadero del municipio de Coahuayutla. Entre las personas que perdieron la vida fue identificado el regidor Macario Rivera Lozano y dos de sus hermanos.