jueves, septiembre 17, 2009

¿Qué hace Aznar en Colombia?

Aznar en Bogotá ... Evo en Madrid
Dos mundos diferentes y enfrentados.
Juan Cendales / Miércoles 16 de septiembre de 2009

Hace rato no se escuchaban palabras de tan hondo contenido medieval y reaccionario como las pronunciadas en Bogotá por el ex presidente español José María Aznar en las que retoma expresiones de la época de la conquista y el despojo como aquella del tal “mundo civilizado” donde los etnocidas y saqueadores se asumían como los civilizados y los pueblos masacrados como los salvajes, infieles e irredentos que debían convertirse a la fe de la espada y al yugo esclavista.

Seguro que el controvertido dirigente político no se refería como “mundo civilizado” a aquel sembró de bombas y de muertos a Iraq bajo los estandartes de una gran mentira.

Pero la conferencia medieval no se quedó en tan patética alusión.

Por el contrario. Sacó de los viejos baúles la antiquísima tesis de la “vocación occidental” que América Latina debía respetar y retomar.

Y no podía faltar el irrestricto apoyo al gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Normal que las extremas derechas y los neofascismos se encuentren. Que a la autocracia uribista Aznar la llame democracia, occidental y civilizada, que no faltaba más. Que a la ola de corrupción y compra abierta de votos para las reelecciones las llame el ibérico como transparencia y buen gobierno y que a los gobiernos democráticos que en América Latina están sacando en volandas a las viejas oligarquías les llame “enemigos de la libertad y de la libre empresa”.

Y para rematar la faena Aznar saludó el fortalecimiento que el gobierno de Uribe ha hecho de los organismos de seguridad del Estado. Seguramente se refería a los falsos potivos o al hecho de haber puesto el Departamento Administrativo de Seguridad DAS al servicio del paramilitarismo y del narcotráfico y dedicarlo al espionaje, los saboteos y la desinformación.

Y mientras Aznar pronunciaba su melancólica conferencia en los vetustos claustros de una universidad del opus dei, en España Evo Morales hablaba a multitudes entusiasmadas y llenas de esperanza. Y a los empresarios, al gobierno y al rey les decía con dignidad y entereza que buscaba socios inversionistas y no dueños ni patrones.

Dos personajes, dos historias que muestran dos mundos diferentes. El uno el pasado que se niega a morir. Un pasado de saqueos, despojos, etnocidios, guerras y sometimientos.

El otro, a ese mundo nuevo y maravilloso que se construye en una América que sabrá conmemorar con vientos de libertad y soberanía el bicentenario de las gestas de la libertad.

http://prensarural.org/spip/spip.php?article2880