sábado, septiembre 04, 2010

De nuestros hermanos venezolanos

Cualquier parecido con México NO ES mera coincidencia...

sábado 4 de septiembre de 2010


El delirio recurrente


Otro año electoral y otra vez la historia repetida. Con vocación de mosca que se estrella contra el cristal, la oposición venezolana insiste en la misma fórmula, tontísima fórmula, de pensar que el pueblo es gafo.
Claro que hay gente, su gente, que víctimas del terror que genera la ignorancia, se descompone ante la simple mención de una palabra cuyo significado se empeñan en desconocer. Es que en su extraña forma de proceder, para estas aterradas personas, indagar sobre el comunismo parece ser una especie de traición a sus principios. Para ellos es un punto de honor y te lo dicen orgullosos: ¡yo no tengo por qué saber de esa vaina, chica!
Es así como, bajo la sospecha de comunismo, protestan contra una ley de educación que nunca leyeron. Es de ahí que surgen profundas consignas como ¡No es No! Es ese no querer saber porque ya sé, ese por algo fui a la universidad, esa arrogancia sin sustento, lo que los convierte en presa fácil, en pececitos dorados -de bisutería- dentro de una pecera de pirañas.
En nombre de la democracia, siempre contrapuesta al comunismo maluco, defienden los privilegios de quienes los explotan, poniendo voluntariamente la cabeza en la guillotina de sus verdugos. Movidos por una sed de justicia retorcida, defienden arrebatados el derecho a la especulación, a la estafa bancaria e inmobiliaria, al cobro del IPC, el derecho al fraude fiscal y hasta terminan pagando como unos gafos los impuestos de un millonario evasor a punta de Globopotazos. 
Sus causas “justas y libertarias” dejan de serlo apenas les dan otra pauta: de “Somos gente del petróleo” a “Estamos Contigo RCTV”, a “Yo quiero arroz saborizado”, a “Con mi aumento de matrícula no te metas... Sus miedos pasan de moda y ya nadie se acuerda de que el año pasado a esta hora les iban a quitar a sus muchachitos, ni de que el año anterior iban a ser obligados a compartir su casa con varias familias cubanas, ni hablar de los bombillos espías que conectaban sus cocinas con la oficina de Fidel. 
Esta amnesia inducida borra también a sus héroes, que tal vez por poco heroicos sean fáciles de olvidar. Y Nixon fueron todos, y Yongo se gastó el medio millongo, y pelaron el culito como Julito Pelao… Y detrás de ellos los que no se borran, las viejas caras de siempre, y otras nuevas que pronto envejecen por contagio, ocultas bajo otras fachadas, nuevos partidos que apestan a pasado enterrado. 
Otra vez, como cada año, ellos llaman a votar cantando a priori un fraude que solo cuaja donde pierden, y acude al llamado mi pobre y aterrada “gente pensante de este país”, que no quiere saber a qué teme y que cree que ver al futuro es mirar hacia atrás.
Otra vez, como cada año, el delirio recurrente.

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El País de Comiquita


Por: Héctor Acosta Martínez

Me contaba un amigo que en las vacaciones de Diciembre del año pasado un grupo de amigos colombianos vinieron a visitarlo, desde, por supuesto, la hermana república. Él los esperó en San Antonio del Táchira, desde donde partiría en un tour especial por toda Venezuela.
Me dice que de allí partieron rumbo a Mérida, desde donde bajarían la sierra pasando por Timotes; se tomaron unos cafés en La Puerta y de allí pasaron rumbo a Barquisimeto. De aquí emprendieron veloz carrera hacia Punto Fijo y gozaron en los Médanos de Coro para luego disfrutar de las playas de Adicora , El Supí y Tiraya, de las más bellas del mundo según dirían los hermanos colombianos.
Del Estado Falcón se fueron directo a Caracas y de aquí bajaron a La Guaira, desde donde se irían por la montaña, disfrutando de baños de playa por la Sabana, Osma, Carruao, Chuspa hasta llegar a Higuerote. El tour seguiría por Boca de Uchire, Puerto Piritu hasta reventar en Puerto La Cruz. Para hacerles corto el largo cuento, de Puerto La Cruz arrancaron raudos hasta La Gran Sabana, en donde gozaron un puyero con los tepuyes y los saltos que nos regala la naturaleza en esa paradisiaca región. En este viaje de ida recorrieron, me explicaría mi amigo veneco (nombre coloquial como cariñosamente nos llaman los colombianos) la bicoca de 5600 kilómetros, pero lo que más asombró a los invitados cachacos es que en todo ese recorrido sólo encontraron nueve alcabalas y más asombroso aún, es que en ninguna de ellas le pidieron documentos.
Al final de los finales, los amigos de mi amigo, lo invitaron a Colombia a pasar unos días, por lo que éste intentó hacer el viaje que siempre quiso hacer: así que les dijo que quería conocer, partiendo desde cucutica, Bucaramanga.
– Eso no se va poder, atajaría el cachaco, porque antes de llegar al Picacho, nos agarraría la guerrilla. Ese es territorio de la guerrilla, hermano!!
–Okey, insistiría mi pana, entonces bajemos al Arauca y de allí arrancamos hacia Bogotá.
No, jeñor, eso tampoco se va poder, negaron al unísono los cachacos, porque bajando por el Amparo es de la guerrilla y antes de llegar a Tunja es territorio paraco.
- No hay problema, continuaría el pana, yo siempre he tenido un sueño de visitar, pero por carretera, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Por qué entonces no nos vamos hasta Maracaibo y de allí ….
– Jue puta hombre, busté está loco?, atajaron los colombianos, usted no ha escuchado hablar del cártel de La Guajira? Todo eso es territorio del narcotráfico. Además, saliendo del lago por los lados de Maicao están los ladrones de vehículos, los asalta caminos confundidos con los paracos y los faracos. Qué tal éste, John Jairo?
La historia anterior tiene de todo menos de cuento y la misma viene a colación al recordar al encantador de serpientes que Uribe mandó a la OEA para convencernos que fue un éxito de su gobierno aportar tan sólo el 45% de la cocaína que se consume en el mundo, lo cual, muy a nuestro pesar, tampoco es cierto, ya que la misma ONU ubica la contribución por encima del 70%. Semejante mequetrefe sería capaz de presentar como un logro los 15 mil muertos que se producen en su país anualmente (lo que también es falso), como consecuencia de la efectividad de la lucha contra la delincuencia que mantiene el país. Aunque trucados, estos datos no dejan de ser exorbitantes, sobre todo cuando vemos que en Venezuela reclamamos al puntofijismo los más de 20 mil muertos que costaron los 40 años de gobierno adeco-copeyano.
Si usted cree que eso pasa sólo en las zonas fronterizas es porque no ha leído que el Comité Internacional de la Cruz Roja, en este momento se apresta a ayudar a Medellín (a 200 kms de Bogotá) a combatir la ola de crímenes que la azota, tomando en cuenta que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal (Colombiano), en Medellín se registraron 1.066 homicidios en 2008 y subieron a 2.186 el año pasado. Y en lo que va de 2010 se cuentan más de 1.300. Qué talco?
Del mismo modo, en una sola fosa común acaban de encontrar 2 mil cadáveres falsos positivos (más bien deberían ser reales negativos). Un rato después, encontrarían muerta a una de las defensoras que denunció el hecho. Casualidad? Al cierre de esta edición informan que terminan de encontrar una nueva fosa con más de 400 muertos, producto de enfrentamientos simulados durante el uribismo.
Finalmente, a los que se quieren ir de este país, es decir de Venezuela, quienes piensan que todos los venezolanos quieren emigrar de esta dictadura porque la inseguridad es lo más seguro que hay, les tengo una mala noticia: el Informe Anual sobre Migración Mundial, el cual está saliendo del horno, nos trae la noticia que en Venezuela sólo el 6% pensaría en emigrar, es decir, que ni siquiera los propios escuálidos se quieren ir, mientras que del paraíso que tienen al lado les gustaría salir al 33% de la población. Ahí les dejo eso pa´ que se entretengan!!!