lunes, enero 22, 2007

ASIMETRÍAS

Fausto Fernández Ponte

¿Y la Mujer?

I

En el primer círculo del Presidente Felipe Calderón --es decir, en su gabinete de secretarios de despacho-- sólo hay tres mujeres, en un universo muy amplio de varones que ocupan esos importantes puestos.

Ese hecho factual --sólo tres mujeres en el gabinete-- nos describe una realidad que se interpreta, si visto en términos prácticos, como una exclusión del enfoque femenino en el ejercicio del poder.

Un vistazo a las actividades de la política y el servicio público o el de la difusión periodística --impresa o hertziana o por la Internet-- confirmaría que en aquellas la mujer casi no participa.

Hay, por supuesto, excepciones que ratificarían la proverbial regla. Pero esas excepciones dan fe pública de que la participación de la mujer es excepcional, en número y en desempeño.

Así es. Las pocas mujeres que participan en actividades de política o de servicio público --en el entorno del Estado o en la sociedad-- o en la difusión periodística se desempeñan notablemente.

Por ello destacan, no sólo por ser mujeres, sino por la calidad de su desempeño, la cual sólo es posible mediante la combinación habilidosa de motivación, entrega dedicada, y enorme responsabilidad.

La presencia limitada numéricamente de la mujer en la vida pública y muy acentuada en la privada --el hogar, la educación, etc.-- tiene por telón de fondo una realidad demográfica, el de que son mayoría.

II

Así es. Con la salvedad de que en poquísimos países --China, entre ellos-- de que la mujer es minoría demográfica, en el mundo conforman una mayoría abrumadora. Tal es el caso en México.

En México, esa mayoría es insoslayable. Sin embargo, esa enorme mayoría vive marginada y, diríase sin tapujos, oprimida por una cultura que privilegia la cosmovisión masculina.

Esa cosmovisión masculina prevalece, por ejemplo, en la naturaleza de las instituciones que la sociedad --en la cual la mujer es mayoría-- se ha dado para la convivencia social óptima.

Esa convivencia no es óptima, sino lo opuesto, precisamente por la exclusión de la mujer, cuyo registro de la realidad y sus componentes inmediatos es acusadamente más preciso que el del hombre.

Ello ocurre no obstante las presiones culturales --las del poder en todas sus manifestaciones y expresiones y la competencia-- que la inducen y obligan a insertarse en contextos masculinizantes.

Empero, prevalece en la mujer, si dada la inserción en esos entornos masculinizantes, una perspectiva diferente a la del hombre, a veces no muy distinta a la de un abogado del diablo. De contrario.

Y, por ello, de cotejo. En la difusión periodística, principalmente, existen mujeres cuyas posturas ideológicas o políticas son contrarias a los convencionalismos y rebasan a éstos.

III

Pero sostener, argumentar y defender esas posturas ideológicas y políticas requiere valentía y ésta deviene, en su turno, de entender la vida, el universo y al humano con enfoques de solidaridad social.

Por supuesto que la formación personal representa un papel importante en esas posturas. Pero la formación no siempre privilegia la congruencia ni la integridad moral y ética.

Pero la formación personal o profesional suele ser impactada por la realidad social cuando es asumida intelectualmente y dimensionada y cincelar en nuevos enfoques de la realidad y el poder incluso.

Aun en el caso de que las mujeres en la política o en la difusión

periodística o en cualesquier otros ámbitos de poder sean rehenes de sus propios prejuicios de formación, son un recurso valioso.

Y por valioso, un recurso así no es aconsejable desperdiciar so riesgo de incurrir en un derroche de talento muy peligroso Eso lo estamos viendo en la cotidianidad mexicana.

Este desperdicio dispendioso de un recurso de indudable plusvalía

cancela la filosofía y las premisas del pragmatismo que caracteriza hoy el ejercicio del poder, sea cual sea y éste y fuere cual fuere.

Esta iniquidad de género preside la vida nacional. Pero cobra espectacularidad en aquellos confines y quehaceres que tienen que ver con el ejercicio del poder. Sigue siendo coto vedado a la mujer.

ffernandezp@diariolibertad.org.mx

faustofeles1@yahoo.com.mx

http://elgritodelpueblo.blogspot.com

Glosario:

Coto:

Iniquidad: Injusticia, maldad.

Plusvalía: Acrecentamiento del valor de una cosa por causas extrínsecas a ella.

Pragmatismo: Doctrina de efectos prácticos.

A los panuchos que carajos les va a importar la mujer si salio de una estupida e inutil costilla...